EXPEDICIÓN A LAS ISLAS AZORES

Llegué al aeropuerto de Ponta Delgada el viernes 14 de abril, y no empezaba bien la cosa, pues la presentación del evento que venía a grabar ya había finalizado, y hice acto de presencia directamente al cóctel de bienvenida.

Tras conocer a algunos miembros del comité organizador, picar algo y averiguar el plan de trabajo para el día siguiente, me retiré a mi hotel, el VIP EXECUTIVE AZORES, que de entrada, no solo, no era el hotel de ninguno de los equipos participantes, sino que además se encontraba bastante retirado de la Marina, lo que me obligaba a coger un taxi, cada vez que había que grabar algo.

Pero realmente la aventura en las Azores había comenzado bastante antes, fue a principios de año, cuando Cesar Ferreira, gran persona y responsable del proyecto “Pesca para Todos/ Fishing for Everyone” al que había conocido por Facebook solo unos meses antes, me realizó una llamada telefónica, fue directo y claro “¿Te vendrías a Las Azores, a filmar el torneo de Big Fishing Game?”

Mi respuesta fue igual de directa, pero no volvería a tener noticias del evento hasta el pasado mes de Agosto, cuando un responsable de Turismo de las Azores, contactó conmigo para cerrar los viajes y el hotel.

El primer día de competición fuel el 15 de Septiembre, pese a que las condiciones meteorológicas no eran las más idóneas, y me tocó embarcar el el Galaxia, capitaneado por Diogo y con el equipo Francés como pescadores. Pese a las dificultades meteorológicas, nos hicimos a la mar con puntualidad, y pusimos las muestras en el agua a las pocas millas de abandonar el puerto. A pesar del fuerte viento y las no desdeñables olas, pusimos rumbo al sur y nos mantuvimos expectantes. A penas llevábamos una hora en el mar, cuando uno de los franceses, creyó ver un marlin azul surcando las olas tras las muestras, pero o fue una falsa alarma, o se marchó y no volvimos a tener noticias de él. Cuando a penas se alcanzaban las dos horas en el mar, la organización mandaba suspender la prueba y volver todos a puerto. Todos los capitanes se reunieron con la organización (donde no se me permitió el acceso), para acordar que ocurriría con la jornada de pesca, mientras el resto de los componentes de de los equipos, y un servidor, esperábamos noticias en bar del Porto Navale. Tras unas horas de incertidumbre, se confirmó la noticia más esperada por los pescadores, no se perdería un día de pesca, y se retomaría la jornada el próximo miércoles, lo que me dejaba a mí sin poder asistir a una de las jornadas del campeonato, como os aclararé más adelante.

Para la jornada dominical, nos tenían reservada una excursión turística, poco atractiva a priori, no por el destino, pues el interior de la Isla de San Miguel posee un tesoro espectacular, sino por la concepción de la misma, con mucho recorrido en el autobús, y brevísimas paradas. A todo esto hay que sumar que el tiempo no acompañó, con puntuales chaparrones acompañados de una intensa niebla en las cotas más altas. Todo ello hizo que la visita a Furnas, su lago y alrededores, solo sirviera de aperitivo para una próxima visita.

Llegaba por fin el amanecer del lunes, con nubes y claros, nos disponíamos a disfrutar nuestra primera gran Jornada de pesca en las Azores, en esta ocasión embarcamos junto al equipo Suizo en el Shanghai. La verdad es que el barco me pareció a primera vista más confortable que el Galaxia, pero una visualización más a fondo me hizo ver que el mantenimiento tanto del barco como de los equipos de pesca, dejaba mucho que desear. A priori la compañía no me pareció la más adecuada, ¿un equipo suizo, participando en un Big Game Fishing? Sonaba un poco raro, pero el equipo, compuesto por Samir Bouchlam, Antonio Montefusco y Horst Schnaider, resultó ser no solo un conjunto de pescadores experimentados, sino que pese a las aparentes dificultades lingüísticas, congeniamos bastante bien. La mañana era apacible y el mar se encontraba en buenas condiciones para la navegación, pese a encontrarnos con olas de más de dos metros, la cadencia de las mismas hacía que la navegación fuera agradable, pero durante las primeras horas no hubo señales de los grandes peces que andábamos buscando. Poco a poco nos llegaban noticias de que primero Inglaterra, luego Gibraltar B y Francia, habían conseguido capturar y soltar un marlin azul cada uno, llegando los ingleses a encontrarse simultáneamente con tres Marlin en combate.

Pasaban las horas, y ante la falta de actividad, pudimos disfrutar de un almuerzo algo peculiar para un barco de estas características, pues sentados a la mesas, comimos arroz y disfrutamos de un expendido vino tinto portugués. Pero no habíamos venido a disfrutar de la gastronomía sino de la pesca de grandes peces, y estos no aparecían. Relajados, cansados de la falta de actividad y con la vista puesta en el horizonte, sentimos una fuerte picada en una de nuestras cañas, Antonio se hizo con el control del carrete, pero en cuestión de segundos, la presa se había soltado, provocando nuestro desanimo. Pasadas las dos y media de la tarde, salto de nuevo una de las cañas y esta vez, no hubo espacio para la duda, en cuestión de segundos, un marlin azul había vaciado el 90% del carrete, antes siquiera que Antonio hubiera conseguido afianzarse en la silla de combate. Pero una vez Antonio Montefusco se hizo con el control, comenzó una pelea que nos llevó a disfrutar durante más de dos horas, de los espectaculares intentos del Marlin por salvar su vida, saltos carreras y más carreras que llevaron al pescador hasta la extenuación, y acabaron con el gran marlin junto al barco, y como buen final, cuando el marlin se vio vencido, y con la linea en manos del capitán Suizo, con sus últimas fuerzas, dio un último salto y consiguió partir la linea, el marlin volvió a sumergirse llevándose la muestra, y dejándonos con cara de decepción, pese a que el objetivo estaba cumplido, el marlin azul había llegado al barco y con la linea en la mano del capita´n había sido grabado para acabar retomando la libertad. Con la alegría por la captura, y la decepción de no haberlo podido disfrutar un rato junto a nosotros, había llegado la hora de regresar a puerto, eso si, lo haríamos con un considerable retraso debido a problemas en los motores del Shangai. La llegada con retraso nos privó de comentar la jornada con el resto de equipos participantes, así que me retiré pronto a descansar.

El martes amaneció un día esplendido, al fin nos sonreía el sol, y acudimos a puerto entusiasmados no solo por las buenas condiciones climáticas, sino que la inmejorable jornada de pesca del día anterior, en la que se capturaron y soltaron 4 magníficos Marlin Azules. A las siete y media de la mañana, ya estaba embarcado en el Scorpión, acompañados por el equipo Frances, y disfrutando de la hospitalidad de Carlos, el patrón del barco.Pasaban las primeras horas y nuestro entusiasmo se fue diluyendo, la mañana esta apacible y daba gusto surcar las aguas atlánticas, pero la noticia de que el equipo de Islandia, había conseguido capturar un Marlin Azul, hizo que comenzáramos a impacientarnos, llegaron los primeros cambios de señuelos, y nuevas capturas, en esta ocasión fue el equipo suizo el que, a escasa distancia de nosotros, conseguía ponerse en primera posición de la clasificación, al ser los únicos de momento, que se habían hecho con un nuevo Marlin. Tuve la oportunidad, gracias a Carlos y al equipo francés, de grabar la pelea de esta nueva captura, y de felicitar en directo a los compañeros con los que había compartido la jornada anterior. Cuatro horas después, el equipo Escocés, conseguía hacerse con un nuevo Marlin, y nosotros, continuábamos navegando sin novedades, sin ningún atisbo de actividad, salvo por un poco de revuelo formado por pájaros, cuando ya estábamos a punto de volver a puerto, y que poco bueno trajo, pese a los intentos de la tripulación, por detectar algún tipo señal, que indicara la presencia de un predador bajo las aguas. Tras llegar a puerto, y agradecer la hospitalidad y buen trato, tanto a los tripulantes portugueses, como a los compañeros franceses, acudimos al coctel que ofrecía la organización, para una vez repuestas las fuerzas, acudir a puerto, esta vez para grabar una entrevista con los compañeros de AZORES LURES, y que pronto podréis ver en esta misma web. La jornada se había alargado en exceso, y no encontramos nada mejor para cenar, que un Burguer King, así que allí finalizó lo que sería mi última jornada completa en la Isla de San Miguel.

La jornada del miércoles, desdibujada por mis problemas de agenda, me limité a grabar la salida de los barcos, despedirme de pescadores y organización.

Antes de iniciar el largo viaje de vuelta, aproveché para grabar unas imágenes en el hotel, que pese a no haber podido disfrutarlo, era un gran hotel con muchas posibilidades.

Daniel Vázquez

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